Nuestra salud mental determina como nos sentimos emocionalmente, como pensamos, y como nos comportamos.
Cuidar de nuestra salud mental es igual de importante que cuidar de nuestra salud física. Es más, tener una buena salud mental influye todo nuestro bienestar de salud y muchos problemas de salud mental como el estrés, ansiedad, depresión puede manifestarse como problemas físicos si no los tratamos.
Cuando nos sentimos mal físicamente vamos al médico. Los consejeros o terapeutas de salud mental también llamados psicoterapeutas son las personas que cuidan de nuestra mente, alma y corazón.
Nuestra salud mental puede verse afectada con cosas tan comunes como cambios en nuestras vidas tal como mudanzas, aculturación, el ambiente político en que vivimos, nuevos empleos, nuevas escuelas. Nuestra propia experiencia como inmigrantes puede afectar como nos sentimos, pensamos y actuamos. Problemas de la salud mental pueden desarrollarse por nuestros genes o biología, pero también y en muchas ocasiones por las circunstancias que atravesamos en la vida.
En nuestra comunidad existe mucho estigma o estereotipos negativos de que es la salud mental, como por ejemplo “solo los locos van a terapeutas.” Todas las personas puedan atravesar problemas y en algunas ocasiones esos problemas son difíciles de manejar solo. Los terapeutas son personas con experiencia e intervenciones especiales que ayudan a las personas a lidiar con problemas. Los terapeutas de salud mental son profesionales que protegen la confidencialidad y privacidad de sus clientes.
Si alguna vez experimenta estos síntomas por dos semanas consecutivas, busque ayuda: cambios en hábitos alimenticios y de sueño (mucho o poco), cambio en la manera que piensa (más pesimista, pensamientos negativos), poca energía o cansancio, aislamiento (o querer estar solo/a todo el tiempo, irritabilidad, falta de concentración y de enfoque, pensamientos de suicidio o herirse a uno mismo o alguien más, preocupación excesiva que afecta varias áreas en su vida como en la casa o trabajo, problemas con otras personas (como pelearse o discutir todo el tiempo), recuerdos frecuentes de alguna experiencia traumática o experiencia del pasado, pesadillas frecuentes sobre algo del pasado, entre otros.
A veces por los estereotipos negativos sobre la salud mental pensamos que si vemos a un terapeuta significa que no somos fuertes, que somos débiles. Pero es todo lo contrario. El buscar ayuda demuestra su valentía a enfrentar problemas.
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